Nos gusta ir a bares curiosos y diferentes, esos que se desmarcan de lo convencional y ofrecen experiencias únicas. Estos lugares tienen un encanto especial, ya sea por su decoración inusual, su temática original o su propuesta gastronómica. Entrar en uno de estos bares es como adentrarse en un mundo nuevo, donde cada detalle ha sido, cuidadosamente, pensado para sorprender y deleitar a los sentidos.
Aquí, la creatividad no tiene límites, y los clientes se encuentran con cócteles innovadores que invitan a quedarse más tiempo. Estos bares son puntos de encuentro para los curiosos y para los que buscan algo más fuera de lo habitual.
Próxima parada: ¿París o Estambul?
Seguramente hayas visitado uno de los sitios más molones de Barcelona: el Orient Express. En este bar, llamado como la novela de Agatha Christie, te sentirás como un auténtico viajero en la estación de tren, en una experiencia totalmente inmersiva.
Ahora, justo enfrente de este local, han abierto Orient Express: el vagón en el que te encontrarás como si estuvieses dentro del vagón de un tren en un viaje París-Estambul. ¡Alucinante! Para ello, solo tendrás que comprar tu ticket de viaje en la entrada de la estación, es decir, en la otra coctelería -antes mencionada-.
La conductora o el conductor te dará la opción de comprar un ticket de 20€ (con alcohol) o de 15€ (sin alcohol) por un viaje de 1 h. No se puede reservar y si no hay espacio disponible podrás comprar el billete, sea el día que sea, de 18 h a 2:30 h.
Los cócteles del Orient
No solo es un bar de cócteles, ya que los clientes pueden vivir esta experiencia como si fueran auténticos pasajeros del Orient Express y ser atendidos por 'trabajadores del tren'. Es decir, por camareros que actúan e interactúan como si lo fueran. ¡Tienes que vivirlo!
Por ejemplo, les gusta utilizar ingredientes insólitos en sus cócteles como por ejemplo el Arrack de Sri Lanka. ¿Qué es esto? una bebida alcohólica destilada que ha sido una parte integral de la cultura y de la historia de este país durante siglos.
Se produce mediante un proceso tradicional que comienza con la recolección de la savia dulce de las flores de la palma de coco. Esta savia se fermenta durante un período de tiempo para convertirla en una bebida de bajo contenido alcohólico, llamada Toddy.
Una vez que la fermentación ha tenido lugar, la bebida se somete a un proceso de destilación en alambiques tradicionales de cobre. Durante este proceso, se separan los componentes alcohólicos de la bebida fermentada, lo que resulta un líquido claro y potente conocido como Arrack. Este tiene un sabor complejo y distintivo, que combina notas dulces, afrutadas y terrosas con un toque de especias. Su perfil de sabor puede variar según la región de Sri Lanka en la que se produzcan y los métodos de destilación utilizados.