Òscar Ordeig
El 'conseller' de Agricultura, Ganadería y Pesca, Òscar Ordeig, está demostrando que la gestión de crisis no entiende de calendarios ni de festivos. Con Cataluña aún inmersa en la contención de la peste porcina africana, Ordeig ha vuelto a ponerse al frente tras la detección de un foco de gripe aviar en Lleida, activando de inmediato la alerta sanitaria y aplicando los protocolos más estrictos, incluso a las puertas de Nochebuena.
Confinamiento de explotaciones en un radio de diez kilómetros, sacrificio inmediato de las aves afectadas y mensajes claros al sector: rapidez, contundencia y transparencia. Lejos de minimizar el problema, el conseller ha explicado con pedagogía los riesgos de una enfermedad altamente contagiosa y ha llamado a la calma, fijando plazos y prioridades para evitar alarmismos innecesarios.
En un contexto especialmente delicado para el sector primario, castigado por meses de incertidumbre sanitaria, Ordeig ha optado por estar al pie del cañón, dando la cara y asumiendo el desgaste que conlleva tomar decisiones complicadas pero necesarias.
