Òscar Ordeig
La respuesta del Govern ante la grave crisis de la gripe porcina que ha dejado 14 jabalíes muertos en Collserola es loable.
Sobre todo, la rapidez con la que la conselleria de Agricultura, que comanda Òscar Ordeig, ha pedido la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de las Fuerzas Armadas Españolas.
Cuando hay una situación de este calibre, y está en juego la salud de seres vivos y uno de los sectores más importantes de la economía catalana como el porcino, la ideología queda en segundo plano. Por ejemplo, el Govern de Quim Torra entorpecía al Ejército en la lucha contra el coronavirus y contrató a una empresa de desinfección para restar presencia a la UME.
Los tiempos han cambiado, y hay que aplaudirlo.
