Manuel Serrano
La empresa barcelonesa Rejuversen, fundada por el doctor Manuel Serrano, ha quebrado con un agujero nada desdeñable de 3,7 millones de euros.
Esta compañía se constituyó hace cinco años con un ambicioso objetivo: promover el lanzamiento de medicamentos que faciliten la longevidad de las personas. Paradójicamente, la empresa ha muerto apenas un lustro después, y su longevidad ha sido tirando a baja.
Aunque iniciativas empresariales como esta son las que hacen avanzar a una sociedad, y el ecosistema biomédico español es un orgullo para el país, su final no ha sido el esperado.
Manuel Serrano, especialista en terapias senolíticas contra dolencias relacionadas con la edad, quería desarrollar nuevos medicamentos que atacan la senescencia en oncología y en enfermedades relacionadas con la edad asociadas con la fibrosis.
Aunque no haya funcionado esta aventura, la biomedicina europea debería estar atenta a cuál es su próxima aventura empresarial.
