Dani Alves, durante una celebración litúrgica en una iglesia evangélica de Girona

Dani Alves, durante una celebración litúrgica en una iglesia evangélica de Girona REDES

Examen a los protagonistas

Dani Alves

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Salvado por el Señor

Tras un tiempo sin saber nada de él, nos topamos con el exfutbolista del Barça Daniel Alves Da Silva (Bahía, 1983) ejerciendo de predicador evangélico en una iglesia de Gerona. Al parecer, la bestia lúbrica que violó a una chica (de imagen, como reza el eufemismo futbolístico) en los baños de una discoteca barcelonesa hace unos años, suceso con el que se hundió social y profesionalmente, se ha reencontrado con Dios (aunque no sabemos dónde) y asegura haber firmado un contrato con él por el que se compromete a seguir sus enseñanzas y consagrarse a la plegaria. Una bonita historia de redención sobre la que igual se acaba rodando una película.

No es el primer caso de estas características del que tenemos constancia. Sin necesidad de pasar por el talego, el rumbero Peret también se convirtió a la religión evangélica y, en el momento álgido de su epifanía, hasta llegó a decir que podía curar a la gente con una simple imposición de manos. Muchos años antes, en Estados Unidos, el pionero del rock & roll Little Richard, lo más gay que se había visto sobre un escenario, también tuvo su rapture y le dio por la religión, llegando a alternar sus actuaciones con sus labores de predicador. Epifanías, aunque funestas, son también las que experimentan esos chorizos árabes de corta edad que ven la luz en el trullo, descubren a Alá y, cuando los sueltan, trabajan a su mayor gloria atropellando a infieles en la Rambla de Barcelona y demás actividades de esas que te garantizan una vida eterna si la palmas en el cumplimiento del deber, pudiendo disfrutar además de cuantas huríes necesites para satisfacer tu libido de fiambre islámico.

Dani Alves también encontró a Dios en el talego, que es el lugar ideal para hacerlo, ya que alguna explicación le tienes que encontrar a todas tus meteduras de pata previas al encierro. Y una vez suelto, a predicar, muchacho. ¿Por qué en Gerona? No lo sé, pero tampoco he entendido nunca por qué las apariciones del Elvis muerto tenían lugar casi siempre en los establecimientos 7 Eleven de Nueva Jersey.

Lo importante aquí es que nuestro exfutbolista se ha redimido (a su manera). Puede, incluso, que llegue a ganarse la vida como predicador, pues su éxito entre la comunidad evangélica de Gerona ha sido innegable. Si tenemos en cuenta, además, como él afirma, que su exmujer, Dinorah, aprovechó su estancia en la cárcel para vaciarle la cuenta corriente entre enero de 2023 y marzo de 2024, pues es muy posible que ande necesitado de algo de efectivo.

Dani Alves parece haber entendido que no puedes ir por ahí violando a mujeres, por muy rico y famoso que seas. Yo de él me habría fugado a Brasil cuando estaban a punto de enchironarme (no hay tratado de extradición con España, ni con Inglaterra, como bien sabía Ronald Biggs, el cerebro del asalto al tren de Glasgow en los años 60), pero parece que a nuestro hombre le gusta hacer las cosas como Dios manda. Que el Señor lo bendiga.