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Joan Laporta lo ha vuelto a hacer. Ha sido capaz de inscribir a Marcus Rashford y a Joan García a tiempo para el debut de LaLiga en Mallorca. El presidente blaugrana ha conseguido lo que parecía un problema, con aval incluido y operaciones de última hora, con las que ha podido liberar espacio salarial.

Gracias a ello, puede contar con su nueva estrella ofensiva desde el día uno, mientras que Rashford tiene la expectativa de convertirse en pieza clave tras la lesión de Lewandowski. No era fácil culminar la operación e inscribirlo con tanta presión financiera. Es una habilidad que ha demostrado en múltiples ocasiones.

Sin embargo, parece abonado a las inscripciones a contrarreloj. Además, todavía tiene pendiente resolver los casos de Szczesny, Gerard Martín y Bardghji, por lo que queda patente que el club todavía no ha logrado la estabilidad que persigue.

A pesar de todo, el Barça empieza LaLiga con ilusión y los aficionados respiran tranquilos a la espera de que el equipo vuelva a hacer el espectáculo al que están ya acostumbrados. Como acostumbra Laporta fuera del campo: con suspense, pero con resultados.