Marc Hernández, director general de Alusiva, en una imagen corporativa
Aluvisa, una de las firmas de tecnología urbana más importantes de España, se ha despeñado en un concurso de acreedores. El accidente mercantil golpea a una empresa que presume de tener una red comercial que alcanza los 200 municipios y los 37 países, con Marruecos como segunda base de operaciones tras España.
Como toda empresa, Aluvisa ha tenido que operar en un entorno muy complicado. Eso sí, las dificultades de la firma no son nuevas. El mismo juzgado que ha decretado el concurso diseñó en enero un plan de viabilidad para el grupo sito en Cornellà de Llobregat (Barcelona).
La hoja de ruta de choque no fructificó. Ahora, la enseña ha buscado apoyo del juez y un administrador concursal. Y eso que cerró el último ejercicio entregado al Registro Mercantil con una facturación de 78 millones de euros. Eso sí, su deuda se encaramaba hasta los 82 millones.
Con este percance, se pone en riesgo a un operador especializado en la iluminación urbana, energía, la seguridad, la movilidad o las polémicas zonas de bajas emisiones. La actividad comercial de la firma es tan importante que está integrada en 34 uniones de empresas (UTE) a lo largo y ancho de España.
Ahora, el concurso ponen en tela de juicio parte de la gestión de Marc Hernández, director general.
