Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural Efe
El presidente de Òmnium, Xavier Antich (La Seu d'Urgell, 1962), dio el pasado lunes una nueva muestra de fanatismo y falta de saber estar. Cierto es que jugaba en casa, en un acto organizado por él mismo, pero la trampa que le tendió a Salvador Illa recuerda su nulo sentido institucional.
Antich nunca se ha escondido. Aterrizó en la presidencia de Òmnium en un momento en el que el suflé independentista había bajado, cuestión que le ha valido para parecer menos sectario de lo que realmente es. Tampoco hay que esconder que es de los que defienden eso de "lo volveremos a hacer".
Sin embargo, esta encerrona a Illa, en la que él mismo jaleó los gritos de independencia en el Palau de la Música mientras miraba al president, denotan una actitud cínica e hipócrita y de poca educación, pues hace unas semanas la misma Òmnium se adhirió al Pacte Nacional per la Llengua del Ejecutivo autonómico.
