
El Intendente Toni Rodríguez en una rueda de prensa anterior
Barcelona lleva años lidiando con un problema que erosiona la seguridad y la confianza ciudadana: la multirreincidencia. Un fenómeno que no sólo afecta a los cuerpos policiales, sino que también implica a jueces, fiscales, legisladores y servicios sociales. Sin embargo, hasta ahora, los planes diseñados para combatirlo no habían logrado un impacto real en mejorar la percepción de seguridad.
Ahí es donde entra en juego el intendente Toni Rodríguez, la mente detrás del nuevo plan Kanpai, una estrategia que pretende dar un giro radical en la lucha contra la multirreincidencia. En tiempo récord, Rodríguez ha analizado qué fallaba en los dispositivos anteriores y ha reestructurado por completo la manera de afrontar esta problemática.
Su diagnóstico es claro: más allá de las cifras, la sensación de inseguridad seguía creciendo, y no se podían seguir aplicando las mismas soluciones esperando resultados distintos.
La clave de Kanpai reside en su enfoque multidisciplinar y su insistencia en la reiteración: los operativos no serán acciones aisladas, sino una constante.
El primero de ellos ya se desplegó ayer en Barcelona, Badalona y L'Hospitalet de Llobregat, y es sólo el inicio de una estrategia que busca ser sostenida en el tiempo. Rodríguez no promete milagros, sabe que el cambio no será ni fácil ni rápido, pero su sinceridad y determinación marcan la diferencia.
Barcelona necesitaba un plan con visión, liderazgo y valentía. Con Kanpai parece que, por fin, se ha dado el paso que la ciudad requería.