
Mercè Caso, nueva presidenta del TSJC
La absolución del exfutbolista Dani Alves casi dos años después de haber sido condenado a cuatro y medio de prisión por la agresión sexual a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre de 2022 ha suscitado una controversia jurídica y recelos y críticas en el ámbito político.
La sección de apelaciones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha revocado por unanimidad la sentencia que condenó al exjugador del Barça, al considerar que los razonamientos expuestos en la sentencia contienen "vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones sobre los hechos".
Esta decisión supone un varapalo al fallo de la Audiencia de Barcelona, pero también a la versión de la denunciante, pues los magistrados sólo dan por probado que Alves y la joven "mantuvieron relaciones sexuales" en el baño del reservado de la discoteca. No consideran, pues, que los hechos incurrieran en un delito de agresión sexual.
Esto ha causado una fuerte conmoción en la víctima, cuya abogada, Ester García, ha anunciado que recurrirá la absolución del futbolista. La joven, según la letrada, se siente "muy decepcionada y muy triste", y "ha sentido que volvía al cuarto de baño donde ocurrieron los hechos".
García lamenta que la absolución de Alves supone "un retroceso en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, tanto a nivel jurídico como social", lo que puede desanimar a denunciar a las víctimas de agresiones sexuales.
El cambio de criterio del TSJC -que preside la progresista Mercè Caso- está bajo la lupa de la opinión pública y, acertado o no, resulta desconcertante.