La consellera de Economía, Alícia Romero

La consellera de Economía, Alícia Romero EUROPA PRESS

Examen a los protagonistas

Alícia Romero

Publicada

Alícia Romero intenta hacer de la fiscalidad una herramienta de justicia social en Cataluña. La consellera de Economía anunció ayer una serie de acuerdos económicos que tienen por objetivo "continuar con la voluntad de que la prosperidad sea compartida, tener una fiscalidad más justa, y ayudar en el acceso a la vivienda".

Entre los anuncios más destacados se encuentra la modificación del IRPF, introduciendo una rebaja significativa para las rentas inferiores a los 33.000 euros que beneficia a una gran parte de la población trabajadora catalana. Esta medida aliviará a la mayoría de las familias, un 65% de los contribuyentes.

Además, las nuevas bonificaciones y deducciones en la política de alquiler son un paso importante en la lucha contra la crisis habitacional en Cataluña. Se aumentará la edad de acceso a bonificaciones hasta los 35 años y se ampliará el umbral de ingresos a 30.000 euros, junto con una deducción del 20% para las víctimas de violencia machista.

Finalmente, el aumento de la tasa turística hasta los cuatro euros (ocho en el caso de Barcelona) y su recaudación destinada en un 25% a políticas de vivienda es una muestra más del principal objetivo del gobierno de Salvador Illa: promover la prosperidad compartida y mejorar el acceso a la vivienda para todos los ciudadanos.

El suplemento de crédito de 2.168 millones de euros que aprobará el Govern este martes es una medida crucial para paliar los efectos de la prórroga presupuestaria de 2023 y asegurar el funcionamiento de los servicios públicos en Cataluña.

Este ajuste financiero no sólo permite que las administraciones autonómicas puedan cumplir con sus compromisos, sino que también garantiza la continuidad de los servicios esenciales, como la educación, la sanidad y la atención social.

A pesar de la falta de recursos, este esfuerzo por parte del Govern subraya su determinación para que la economía catalana siga funcionando con normalidad. En palabras de la consellera Romero, "es una buena noticia porque permite que la maquinaria, aunque le falten recursos, pueda funcionar de manera normalizada".