
Sede del COMB en el paseo de La Bonanova de Barcelona
Josep Maria Carulla es un directivo de linaje industrial y una extensísima carrera profesional en el mundo de los servicios corporativos. No obstante, el profesional ha quedado enredado en la telaraña de poder interno del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), que gobierna una paraestructura no electa que opera ajena a la actual presidenta, Elvira Bisbe, y al anterior, Jaume Padrós.
El poder real del COMB radica en Jaume Aubia y Albert Lluch, próceres del sector negocios de la institución, que son los que toman las decisiones más trascendentes del organismo colegial.
En esta dupla, apoyada por Marc Soler, ahora oficialmente jubilado, ha quedado atrapado un profesional del gigante ETL Global, una firma líder en servicios mercantiles.
Más que error en el desempeño, se trata de una pifia de bisoñez de Carulla, pues en el seno del COMB operan equilibrios y resortes no visibles desde la opinión pública y el mundo económico y ciudadano.
Para entrar a trabajar en este ecosistema es evidente que hay que conocerlo a fondo, algo que el directivo quizá no había hecho. El movimiento se salda ahora con el fracaso de Medvision, que no ha funcionado, y su próxima salida.