Paquita la del Barrio

Nos ha dejado la cantante mexicana Paquita la del Barrio (Alto Lucero, Veracruz, 1947 – Xalapa, Veracruz, 2025), nacida Francisca Viveros Barrada y famosa gracias a una sola canción, Rata de dos patas, un himno al despecho que consiste en poner verde a un marido, novio u amante caído en desgracia y que encaja en silencio una bronca descomunal en la que se le compara con todo tipo de animales asquerosos que, comparados con él, son prácticamente inofensivos.

La canción se te engancha nada más oírla por primera vez porque nunca se había visto (u oído) nada igual. Hay canciones de despecho, pero Rata de dos patas es LA canción sobre tan discutible sentimiento (hay que decir que, desde el lado masculino, también hay buenas contribuciones a este subgénero musical, como Señora Lola, de Héctor Lavoe, pero el tema de nuestra Paquita es difícil que sea desplazado del número uno de un posible hit parade del despecho).

Francisca se nos casó a los quince años con un tipo dieciocho años mayor que, al parecer, era una perla que le dio muy mala vida (aunque tuvo dos hijos con él). Se introdujo en el mundo de la música acompañada de su hermana Viola, con la que formó el dúo Las Golondrinas. Lo volvió a intentar con un segundo marido y esta vez las cosas le salieron mejor, pues estuvo con él hasta su fallecimiento en el 2001.

Ya en solitario, fue cuando Paquita se hizo célebre en su México natal y se dio a conocer en el extranjero. Grabó un montón de discos y hasta se metió en política, presentándose a unas elecciones por el partido Movimiento Ciudadano en Veracruz el año 2021 (no consiguió escaño). Dio su último concierto en el 2023, dado que su salud no era especialmente buena, y murió de un infarto agudo de miocardio hace unos pocos días.

Confieso que la única canción suya que he oído es Rata de dos patas, y lo mismo le ocurre a amigos y conocidos y a la mayoría de la población mundial, pero me basta. Soy como esos que dicen que no leen libros porque con la Biblia ya se apañan. Es imposible superar algo como Rata de dos patas, esa venganza envuelta en música que escuchas con deleite, sobre todo porque no va dirigida a ti, sino a alguien que se lo hizo pasar mal a su intérprete.

La ingeniosa elección de insultos y comparaciones humillantes es una de las principales bazas de la canción. Animal rastrero, desecho de la vida, te odio y te desprecio, dice en un momento. Y es que así es como hay que decirlo, no como Shakira en sus invectivas musicales contra su exmarido, el futbolista Gerard Piqué. Nada de Las mujeres facturan: ¡Las mujeres insultan!

Por si no se ha enterado el destinatario de la misiva musical, hay un momento en el que Paquita clama: ¿Me estás oyendo, inútil?, que es de los más álgidos de toda la composición, ideal para disfrutarla desde la ironía, por supuesto, aunque, probablemente, obedezca a un dolor real.

Si no conocen este himno, ya tardan en descubrirlo.