Alfredo Clúa, alcalde de Cambrils
El hecho de que los trabajadores municipales de Cambrils no puedan ingresar sus nóminas es ya de por sí un episodio lamentable. Pero sí además esta circunstancia se produce en el mes de diciembre, que incluye la paga doble de final de año y los incrementos salariales, la situación cobra aun mayor gravedad.
Huelga cualquier explicación sobre las peculiaridades del último mes del año, el incremento de gastos en las familias derivados de las celebraciones navideñas y el contratiempo que supone todo ello para los trabajadores del Ayuntamiento de la localidad tarraconense.
Su alcalde, Alfredo Clúa, ha admitido que el problema ha llegado como consecuencia de un sistema que se ha quedado obsoleto y que ha dejado a los trabajadores con el pie cambiado para afrontar una época de gastos, como la que vivimos en estos días. Una fata de previsión impropia de un regidor, que debería haberse adelantado a los acontecimientos y poner remedio a una situación que amenaza con amargar las fiestas a aquéllos que poca o ninguna culpa tienen.
En numerosas ocasiones se ha afeado la actitud de los políticos y la poca sensibilidad que muestran hacia determinados problemas sociales y a los colectivos que los padecen. Si tampoco la tienen hacia quienes dependen directamente de su gestión para ganarse la vida, la deriva no apunta precisamente a nada bueno.
