Han pasado siete años desde el 1 de octubre de 2017. El independentismo ya no gobierna en Cataluña y, poco a poco, la normalidad institucional se ha recuperado. El regreso a la calma ha provocado que algunas empresas que mudaron de sede social hace siete años regresen a Barcelona. Entre ellas, la hotelera Axel, como ha explicado Crónica Global.
No es el caso de Derby Hotels, de Jordi Clos. Ante las preguntas de este medio, la gestora sale por la tangente y no explica si regresará algún día a Cataluña, de la que huyó en 2015, en pleno procés.
Cabe recordar que Jordi Clos es el presidente de Turisme de Barcelona y del Gremi d'Hotels, dos de las instituciones turísticas más potentes de la comunidad, que lidera tan campante, sin sonrojo ni bochorno.
Axel ha regresado, Pau Guardans y sus hoteles Único también, pero Clos sigue parapetado en su hotel Villa Real, de cinco estrellas, sito en la plaza de las Cortes de Madrid, a escasos metros del Congreso de los Diputados.
Tampoco sufre problemas financieros, con márgenes ajustados que le obliguen a medir con celo sus gastos. Al contrario, navega en la abundancia. Alberga 22 propiedades con 1.254 habitaciones. Estas se reparten entre diez hoteles ubicados en Barcelona, dos en Madrid, uno en París y otro en Londres. Además, explota una decena de apartamentos en la Ciudad Condal.
En total, embalsa unos activos de 240 millones de euros y factura 67 millones, con un beneficio el último ejercicio de 6,7 millones y un flujo de caja de 12 millones. Pese a sus esplendorosas magnitudes económicas, el capitoste de los hoteleros catalanes ubica sus alojamientos en Madrid.