La acaudalada familia Fontcuberta está realizando unas obras en su cámping en la zona de la reserva natural de los Aiguamolls de l'Empordà. Sostienen que son unos trabajos "necesarios y comunicados" al Ayuntamiento de Castelló d'Empúries (Girona).
Otras fuentes lo rechazan, y alertan de que la intervención "necesita el permiso de la Demarcación de Costas" al tener lugar en el dominio protegido.
Prevalezca una u otra versión, el consistorio no dice esta boca es mía: no responde las preguntas que se le hacen y no lo aclara. Con ello, el gobierno municipal de Anna Massot (ERC) queda en una posición débil, pues parece que oculte algo.
Lo que seguro que esconde, porque no lo ha querido revelar a este medio, es la relación exacta que ha tenido y tiene la concejal de Medio Ambiente, Cristina Bech con, precisamente, la familia Fontcuberta.
Bech no sólo ha colaborado con ellos, sino que se ha casado en la finca de este noble linaje barcelonés en la zona. ¿Incurrió en incompatibilidad? ¿Se respetaron las leyes en la materia? ¿Hubo conflicto de interés? No hay respuestas para estas preguntas, lo que dispara las sospechas y los rumores.
Massot debería salir al paso de las primeras preguntas e informaciones y aclarar la situación. Por el bien del municipio cuya corporación municipal preside.