Joan Permanyer, presidente y consejero delegado de Laboratorios Ordesa
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Laboratorios Ordesa es la primera gran empresa que reubica su sede en Barcelona tras haber abandonado la Ciudad Condal en plena inestabilidad política derivada del procés.
Desde 2017, cuando comenzó el desafío secesionista, Ordesa se había mudado a Huesca, apelando a los orígenes aragoneses de la compañía. Pero a nadie se le escapaba que su traslado se debía a la incertidumbre que provocó el órdago nacionalista.
Es lo que hicieron muchas otras empresas, entre 3.000 y 5.000, según la fuente y marco temporal. Buscaron jurisdicciones más amables en las que operar, pues Cataluña se había sumido, independentismo mediante, en una grave crisis.
Ahora, el procés ya es historia. Siete años después de los hechos, la normalidad ha regresado a las calles de Barcelona, así como a sus instituciones, y a su vida civil, política y económica.
En este contexto, la decisión de la farma que fabrica, entre otros, Blemil y Blevit es valiente. De la mano de Joan Permanyer, ex jefe de fábrica, vuelve a la capital catalana y confía en el tejido local para operar. Es, de hecho, lo que jamás tendría que haber pasado, pero parte del nacionalismo radical catalán calculó mal, y sumió al territorio en una situación inusitada que obligó a las mercantiles a tomar decisiones drásticas.
