Pascal Affolter
La Escuela Suiza de Barcelona (ESB) ha rebasado la barrera de los ocho millones de facturación y prepara una inversión millonaria para reformar sus instalaciones y convertirse en referencia en la zona alta de la Ciudad Condal.
El colegio internacional sito junto a la plaza Molina ultima su conversión en un gran campus educativo junto a arterias como las calles Balmes, Muntaner y Via Augusta, donde hay una gran demanda para escuelas privadas de alta calidad.
Con este movimiento, la ESB podrá rivalizar con algunas de las instituciones más prestigiosas de la urbe, como el Saint Paul's, la American School o la British School, entre otras. Sin ruido, paso a paso, la Escuela se ha posicionado como referencia de la enseñanza excelente en Cataluña.
Ello es, en parte, mérito de su director, Pascal Affolter. Antes de trabajar en Barcelona, el directivo pasó por el Colegio Helvetia de Bogotá (Colombia), donde dejó una gran impresión. Ahora, el profesional lleva 12 años en España, y ha conseguido situar el colegio que dirige como una de las referencias en su sector en Barcelona.
Como es obvio, la oferta de escuelas de primer nivel es un factor que ayuda a la inversión económica en un destino. Y con ello, a la creación de puestos de trabajo. En este sentido, la Escuela suiza está haciendo sus deberes.