Pau Santos
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La iniciativa y el talento de jóvenes emprendedores han llevado a una startup catalana con apenas un año de vida a desarrollar un sistema que puede revolucionar la producción agrícola, hacerla más sostenible y segura y generar ahorros que permitan hacer más rentable el negocio.
A base de sensores multiespectrales, el desarrollo permite conocer las necesidades y riesgos de un cultivo, emplear con mayor eficiencia el agua y los productos químicos que se utilizan y también prevenir potenciales riesgos como plagas e incendios.
El caso de Polarimètrics debe llevar a la reflexión sobre el elevado volumen de talento que se concentra en Cataluña y en el resto de España y la pérdida tan cuantiosa que supone cada caso en el que uno de estos emprendedores tiene que abandonar su proyecto por falta de apoyos económicos o, incluso, dejar el país en busca de un mercado que sí apueste de manera firme por su idea.
En un contexto como del actual, en el que las nuevas tecnologías han invadido los procesos productivos, la captación de talento en este terreno se antoja imprescindible para avanzar en la mejora de procesos, los ahorros de costes y, por ende, la optimización del rendimiento económico.
Y tan importante como captar ese talento es retenerlo. Ejemplos como el de Pau Santos, consejero delegado de Polarimètrics demuestran que el esfuerzo económico merece la pena y que los retornos de apuestas, en la mayoría de los casos modestas, pueden multiplicarse en progresión geométrica.