La Fira de Barcelona ha salido al rescate del Circuito de Montmeló tras el varapalo de la pérdida de la Fórmula 1 a partir de 2026. El trazado controlado por la Generalitat aún está digiriendo la marcha del trofeo de automovilismo a Madrid. Y aunque peleará por mantener la competición en Cataluña es difícil que lo consiga.
En este contexto, el recinto ferial se ha prestado a explotar un inmenso activo en horas bajas. Lo hace de acuerdo con el plan estratégico del circuito, aunque por ahora no se hayan dado detalles sobre el contenido de las conversaciones con los gestores del mismo.
Se trata de una oportunidad para resucitar una infraestructura que jamás ha logrado ser rentable. La Fira tiene experiencia en la gestión de espacios de terceros y seguro que puede presentar un proyecto con cara y ojos. Pero hubiese convenido dar algo más de información para que no parezca un intento para salvar a la desesperada el Circuit.