Que Pimec haya fichado a Ferran Bel como embajador en Madrid es una forma de reconocer el buen hacer del exdiputado del PDECat. Otra cosa bien distinta es que este movimiento tenga algún sentido. La actividad de la patronal de pymes que preside Antoni Cañete se circunscribe fundamentalmente al ámbito catalán, por más que intente extender sus tentáculos a través de Conpymes.

Parece más bien que Cañete quiera imitar la estrategia de Foment del Treball, una patronal totalmente integrada en la capital por su vinculación con CEOE y que recientemente abrió una sede junto al Congreso de los Diputados. ¿Seguidismo por parte de Pimec?

Noticias relacionadas