El president de la Generalitat, Pere Aragonès, volvió a plantar al Rey en el tradicional desfile militar del Día de la Hispanidad. El republicano aprovechó el día festivo en España para viajar a Bolonia (Italia), desde donde dijo que su ausencia en Madrid se debe a que "la presencia de otras lenguas, culturas y naciones que forman parte del Estado español no está prevista ni se ha pensado nunca en ello".
Por ello, anunció una nueva ofensiva para que el catalán sea reconocido en la Unión Europea. Así, para el republicano cualquier día es bueno para recordarle a Pedro Sánchez cuánto cuestan sus votos para la investidura.