La economía catalana sigue muy condicionada por el elevado nivel de endeudamiento que soporta, el segundo más alto del conjunto de CCAA españolas, equivalente a algo más de un tercio de su PIB, diez puntos por encima de la media. Cada catalán soporta un endeudamiento muy próximo a los 11.000 euros, más del doble de la cifra registrada en la Comunidad de Madrid.
Un asunto que debería estar en los planes de la Generalitat de Cataluña, que lidera el president Pere Aragonès, en lugar de temas notablemente más banales, que además detraen unos recursos públicos escasos y que cada vez lo serán más si el agujero de la deuda sigue ensanchándose sin solución de continuidad.