Apenas 12 meses después de que culminara el proceso de renovación del consejo de Indra, la compañía ha alcanzado sus máximos de cotización desde 2014. Lo ha hecho gracias a una revalorización superior al 77% en este periodo, la más destacada de todos los componentes del Ibex 35. Esta evolución no se entiende sin la labor de Marc Murtra que, pese al carácter no ejecutivo de la presidencia que ocupa, ha sabido gestionar la crisis interna de la compañía y rodearse de un equipo que ha hecho de Indra una de las empresas más atractivas para los inversores. Sin dejar atrás una creación de valor para el accionista, el primero de ellos el Estado, de 1.000 millones de euros.