Casa Tarradellas ha perdido rentabilidad cuando arrecia un debate sobre la gestión de Josep Tarradellas Falgueras, hijo del fundador. 

El grupo alimentario con sede en Gurb (Barcelona) acumula 40 años de éxito, con un crescendo espectacular desde 1996, cuando lanzó al mercado sus famosas pizzas congeladas. Pero, por ahora, no ha podido zanjar la cuestión de quién sustituirá a Josep Tarradellas padre. Y los resultados presentados ayer no invitan al optimismo. 

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