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La presidenta de Junts, Laura Borràs, quiere pescar en río revuelto. Condenada a cuatro años y medio de cárcel por corrupción en su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, insiste en que su juicio fue político y que es una represaliada del procés. Por eso, quiere que la hipotética ley de amnistía con la que su partido chantajea al PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez la incluya a ella. Quiere irse de rositas. Menudo ejemplo. Ver para creer.