Pimec y Foment del Treball han anunciado un pacto para repartirse de forma equitativa las seis sillas del plenario de la Cámara de Comercio de Barcelona reservadas a las patronales en las elecciones de finales de septiembre. Repite de este modo el acuerdo histórico que existía en la organización de dinamización económica local (que la ANC ha convertido en altavoz de sus soflamas independentistas), y que la patronal de pymes rompió hace cuatro años.
Entonces, Pimec quería tomar el control de la cámara. Presentó una lista propia que fusionó con la candidatura de Enric Crous y forzó que los representantes patronales se eligieran en las urnas para tener más presencia que los que venían de la mano de Foment en el plenario. Pero la jugada no les sirvió de mucho. Al final, los de Antonio Cañete han rectificado.