La Generalitat deberá pagar 24 millones de euros a los ayuntamientos de forma inmediata por la chapuza en la financiación de las guarderías municipales. Es verdad que la decisión de cortar el grifo a estos centros entre 2013-14 y 2016-17 fue una decisión de Artur Mas que heredaron sus sucesores, pero también lo es que, ya con Josep Gonzàlez-Cambray al frente de Educación, ERC ha tratado de dilatar el pago a los consistorios. Ahora, la justicia decreta que el Govern debe pagar la factura pendiente con las Administraciones locales, que en muchos casos la necesitan como agua de mayo para la supervivencia de estos centros infantiles.