El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas sin resolver en las grandes ciudades españolas como Barcelona. Una situación que se debe a décadas de inacción en todas las Administraciones, y que la alcaldesa Ada Colau prometió revertir. Durante la campaña, Colau ha sacado pecho de sus políticas municipales en este frente, pero los datos la contradicen y revelan que Madrid tiene en desarrollo más pisos sociales.
Para superar la subida sin freno del alquiler, los barceloneses necesitan soluciones en forma de inversión pública, colaboración con los operadores privados y agilidad burocrática. Los expertos en vivienda coinciden en que las iniciativas actuales son insuficientes para alcanzar el número de viviendas necesarias: todas las instituciones deben ponerse manos a la obra y huir de comparaciones grandilocuentes que se desmoronan cuando se comprueban los números.