Tiene que haber sido un mazazo para David Madí constatar, porque así lo indican los informes policiales, que ya no es aquel conseguidor al que recurrían políticos, empresarios y periodistas.
Tras fracasar en los negocios privados, quien fue mano derecha de Artur Mas ejerció luego de mediador y asesor en el procés, pero los sumarios de los casos Voloh y Tsunami han demostrado que Madí ya no tiene capacidad de influencia.