ERC lleva meses instando a Laura Borràs a que dé un paso al lado y abandone el cargo de presidenta del Parlament. Pero a la hora de la verdad, poco o nada está haciendo para que la dirigente neoconvergente se vaya y acabar con la situación de provisionalidad existente al frente de la Cámara catalana, ahora presidida en funciones por la republicana Alba Vergés.
En plena campaña por las elecciones municipales, Esquerra no se atreve a desmarcarse de Junts per Catalunya y la CUP por miedo de nuevo a ser tildada de botiflera. De ahí que haya votado a favor de mantener el escaño de Borràs.