Miriam Nogueras forma parte de esos nostálgicos del procés que se resisten a reconocer que los catalanes han pasado página de aquellos tiempos de desafíos, bravatas y odio hacia todo aquel que no apoya la independencia. Por eso, a la portavoz de Junts per Catalunya (JxCat) solo le queda eso, la performance. Apartar la bandera española cuando llevas años conviviendo con ella en el Congreso resulta ridículo. Y también histriónico y, sobre todo, incoherente con esos 117.000 euros al año que cobra el erario español. Nogueras, niña bien que iba para empresaria y se ha quedado en política de segunda fila.