El consejero delegado de ParlemErnest Pérez-Mas, ha deslizado que la compañía se merecía un trozo del pastel del reciente contrato de telecos de la Generalitat. Pero por más que la operadora esté bien posicionada en el entorno posconvergente, como muestra su cercanía con Carles Puigdemont, las adjudicaciones deben decidirse (y así ha ocurrido en este caso) por criterios técnicos y no por adscripción ideológica. El berrinche del fundador de Parlem solo es una muestra de arrogancia y mal perder.