Isabel Díaz Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha mostrado especialmente activa en los últimos tiempos en realizar visitas al exterior en busca de atraer inversiones a la región. Una misión loable y que redunda en beneficio de la economía de la región pero que, al menos en las dos últimas ocasiones, ha tenido un cierto tinte de oportunismo por los encontronazos con Barcelona de las autoridades de estos destinos (Israel y Londres). Unas diferencias que, además, Díaz Ayuso no ha dudado en aprovechar públicamente como cartas a su favor, como demostró en territorio israelí. Se antoja innecesaria una actitud sin la que, a la vista de la próspera evolución de las inversiones extranjeras en Madrid, el éxito estaría igualmente asegurado sin necesidad de generar más ruido político.