Cinco años después del otoño de 2017, la creación de empresas en Cataluña sigue sufriendo un retroceso del 6% en relación con el lustro anterior. Una proporción que multiplica por algo más de tres la que aflora al comparar los datos correspondientes al conjunto del Estado. Aunque es evidente que la pandemia ha incidido en los números, la diferencia entre Cataluña y otras Comunidades Autónomas como Madrid sigue siendo elevada, por lo que es muy difícil justificar el dato únicamente con los efectos del Covid. 

Estos malos datos contrastan con las declaraciones del Govern de Pere Aragonès, que todavía considera que la fuga de empresas por el procés fue "anecdótica". Así lo dijo su portavoz, Patrícia Plaja, quien en una rueda de prensa hace una semana aseguró que "se fueron algunas, no muchas". De esta forma, el gobierno republicano sigue rebajando la cifra, pese a que más de 7.200 compañías decidieron hacer las maletas para trasladarse a otras zonas de España por la inseguridad jurídica en Cataluña.