Investigadores del Hospital de Bellvitge han localizado el origen de las crisis epilépticas desencadenadas por el acto de comer alimentos: se trata de una lesión operable ubicada en el cerebro. Descubrir esta lesión ha permitido controlar por completo las crisis epiléptica, un trastorno neurológico crónico que afecta ya a 8 de cada 1.000 personas. La coordinadora de la Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología del hospital catalán es Mercè Felip. El hallazgo merece ser celebrado.