Jordi Turull
Junts per Catalunya (JxCat) ha tardado casi seis meses en abordar un caso que su propio reglamento exige resolver en solo un mes. El presunto acoso sexual sufrido por varios menores merecía una mayor celeridad por parte de la cúpula neoconvergente, sobre todo si, como asegura el informe al que ha tenido acceso Crónica Global, se sospecha que hay muchas más víctimas de Quim Amorós.
Los partidos políticos, que aspiran a ostentar responsabilidad de gobierno, deben ser especialmente exigentes en lo que respecta a los comportamientos de sus militantes. Deben, en definitiva, dar ejemplo con un exceso de celo para evitar delitos como los denunciados.