La presidenta de Junts, Laura Borràs, se desmarca ahora, cuando han pasado tres días desde que participó en la protesta contra la cumbre hispano-francesa, de los abucheos de sus seguidores hacia el líder de ERC, Oriol Junqueras, que abandonó la manifestación entre el acoso de radicales. Hasta el momento la expresidenta del Parlament no había condenado los insultos hacia el republicano, aunque ahora precisa que sus silbidos iban dirigidos hacia Sánchez y no hacia Junqueras: "A quien silbamos fue a los participantes de la cumbre". La marcha, promovida desde Waterloo, fue una trampa para ERC, por más que Borràs quiera ahora lavarse las manos.