Tres meses después de su entrada en vigor, la nueva ley concursal no ha causado ningún efecto palpable. Es más: las quiebras han aumentado en el último trimestre y los instrumentos para contener la sangría empresarial aún no se han extendido.

La reforma legal, impulsada por Nadia Calviño, recoge buena parte de las propuestas de los operadores jurídicos. Pero pese a tratarse de una buena iniciativa, aún no ha logrado materializarse. El Gobierno debe tomar nota y hacer algo más que prorrogar la moratoria concursal.