La estrategia de desinflamación postprocés de Pedro Sánchez ha dado alas a Pere Aragonès para presumir de una amnistía encubierta en su discurso institucional de Sant Esteve. La reforma del Código Penal, que ha incluido la desaparición del delito de sedición y de cambios en la regulación de la malversación, permitirá reducir casi al mínimo las penas impuestas por el referéndum del 1-O.

El presidente español va a tener que dar muchas explicaciones, tanto a sus votantes como a los barones de su propio partido. Sobre todo si se tiene en cuenta que el siguiente paso, según afirma el president, es que lo catalanes puedan votar en base a un "acuerdo de claridad". ¿O será también un referéndum encubierto?