No es la primera vez que los vecinos de Mataró (Barcelona) echan a unos okupas, con el consiguiente peligro que ello supone. Los ciudadanos no pueden --no deben-- tomarse la Justicia por su mano ni suplir a las administraciones. Por eso, el Ayuntamiento debe ser más proactivo en la solución de un problema. Es cierto que el gobierno local ha pedido la ayuda de los Mossos en diversas ocasiones, pero el problema no puede enquistarse.