Oriol Junqueras ha recibido por cuarta vez el apoyo de la militancia y por ello seguirá cuatro años más al frente de ERC. Bajo su batuta, el partido alcanzó las mayores cotas de radicalidad y, ahora, ha bajado el suflé para convertirse en una formación pragmática que se distancia de Junts. Sin embargo, es difícil creer que la cárcel hiciera recapacitar al impulsor del procés, entre otras cosas porque mantiene el veto al PSC y nunca ha mostrado arrepentimiento. Habrá que estar atento a cada uno de sus pasos.