Miquel Buch es uno de los cargos públicos más beneficiados por la recolocaciones convergentes. Hasta que Junts per Catalunya (JxCat) decidió salir del Govern. Ahora se dedica a despotricar de sus sucesores al frente de la Consejería de Interior.

Buch será recordado por haber politizado la cúpula de los Mossos d'Esquadra y por ceder de forma ilegal un escolta al fugado Carles Puigdemont. Por tanto, no tiene legitimidad moral para realizar determinadas críticas.