María Jesús Montero
El Ministerio de Hacienda ha desgranado algunos detalles de un paquete fiscal que aprobará en breve, con la intención de gravar los grandes patrimonios, en especial en aquellas comunidades autónomas que bonifican el impuesto de este tipo. El ir acompañado de una rebaja a las rentas menos elevadas lo llena de buena intención, pero el hecho de que se anuncie y ejecute en pleno debate fiscal con los gobiernos autonómicos (incluidos algunos del mismo signo que el Ejecutivo central) da a la medida un tinte de batalla ideológica contraproducente. Tampoco parece haber tenido en cuenta que en aquellos territorios en los que se han aplicado rebajas fiscales el crecimiento económico y del empleo ha sido significativo.