Las últimas cifras sobre el mercado eléctrico catalán dejan en entredicho las proclamas de soberanía energética de la consejera Teresa Jordà. En el primer semestre del año, la autonomía aumentó su dependencia del gas y del uranio ante el enésimo retraso en el despliegue de las renovables. La independencia energética con la que sueña la consellera ni está ni se la espera.