España se ha colocado a la cabeza de Europa en la incautación de marihuana por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que se han empleado a fondo en frenar a los grupos criminales que han encontrado en la costa mediterránea el lugar idóneo para sus cultivos.
El tráfico de esta sustancia se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios para el Ministerio del Interior, que ha implementado un plan coordinado por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), quien también se encarga de la gestión de la destrucción de los cultivos.