Pedro Sánchez
Nunca es buen momento para poner encima de la mesa medidas populistas, pero menos aún cuando el país afronta meses previsiblemente muy duros como consecuencia de factores como la inflación, el alto coste de un bien tan esencial como la energía y la subida de los tipos de interés.
Pedro Sánchez ha vuelto a tirar de manual de aplauso fácil y enemigos localizados en las grandes empresas para anunciar la implantación de nuevos impuestos a los tradicionalmente demonizados sectores bancario y energético. Habrá que ver si estas medidas terminarán por repercutir en los ciudadanos a los que teóricamente favorecen.