Rafael Ribó
Más que defender los derechos de todos los catalanes, Rafael Ribó se ha dedicado a generar división. El Síndic de Greuges, que mañana jueves abandonará definitivamente el cargo que ha ocupado durante 18 años, será recordado por su alto sueldo, sus viajes al alrededor del mundo, su resistencia a reconocer que su mandato caducó hace cuatro años, la piscina instalada en el ático de su despacho y, sobre todo, sus actuaciones en favor del procés secesionista. La última tiene que ver con uno de los discursos victimistas del independentismo: el denominado Catalangate.