Ramon Lamiel
El Govern era consciente de que este puente de San Juan se registrarían cientos de miles de desplazamientos de vehículos. De hecho, anunció un operativo especial para garantizar el tráfico fluido. Sin embargo, el resultado ha sido un fracaso. El plan implementado por el director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, no ha conseguido evitar un nuevo colapso generalizado en las carreteras de la comunidad, como viene ocurriendo cada vez que hay un fin de semana largo. En esta ocasión, las retenciones han alcanzado un pico de 205 kilómetros de colas, con la AP-7 como la arteria más conflictiva. Así las cosas, no es de recibo que la administración autonómica se atreva a sacar pecho diciendo que en el mismo puente de hace seis años las caravanas fueran superiores y sumaran 242 kilómetros.