A menudo, las formas son un elemento nada desdeñable en política, aunque no tengan una clara traslación a los efectos prácticos. Tan evidente es que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no puede (por desgracia) cambiar con su mera presencia el complicado escenario que vive Cataluña estos días a consecuencia de los más de 200 incendios forestales que asolan el territorio como que no es el momento más oportuno para salir al extranjero a un asunto que, además, no tiene relación con el Govern, sino con su propio partido. En descargo del mandatorio cabe destacar que está permanentemente informado de la situación y que ha delegado responsabilidades de forma apropiada en personas de su confianza, más capacitadas y con más conocimientos para establecer directrices. Pero no será esta precisamente la impresión que le llegue al ciudadano, sino la de un dirigente ausente cuando más se le necesita.
Pere Aragonès
20 junio, 2022 00:00Addoor Sticky
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